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Potentes aliados para la innovación y emprendeduría
Baleares es sinónimo de innovación. Ejemplo de ello son los clústeres de las Islas que suponen el punto de acción de I+D+i. Bajo este término se han creado diferentes plataformas en las que se unen empresas del mismo sector con el objetivo de aumentar su productividad, impulsar la innovación y estimular la creación de empresas. Por lo que, un año más, son uno de los grandes pilares colaborativos de Connect’Up 2020, la plataforma de emprendeduría organizado por el Grup Serra y patrocinado por CaixaBank.
Innovación
BIOIB es el clúster biotecnológico y biomédico de las Islas, que destaca por su compromiso con la innovación. En palabras de Tanit Mir, cogerente y responsable de proyectos del clúster, «actualmente BIOIB tiene 19 miembros y agrupa todos los actores de la triple hélice». La misión del clúster bitotecnológico, según explica Mir, es «liderar la transformación económica de Baleares, posicionando la I+D+i en el sector de la bioeconomía como elemento clave para lograrlo, trabajando en la creación de un entorno legal, político y económico óptimo para ello».
Dada su naturaleza y ante la actual crisis sanitaria, BIOIB ha dedicado parte de su actividad a disposición de la Administración y de la ciudadanía para tratar de aportar soluciones y ayudar en la toma de decisiones. En cuanto al porvenir de BIOIB, Mir señala que: «El futuro del sector de la biotecnología depende de la voluntad política de aumentar la inversión en I+D+i más allá de la crisis sanitaria»
Por otro lado, CLIQIB es el clúster de la industria química de Baleares. Según remarca Joan Matas, el gerente, «CLIQIB promueve la expansión y el desarrollo económico de sus empresas asociadas, a través del intercambio de conocimiento, la innovación y genera proyectos en colaboración para la solución de problemas higiénicos aplicados, principalmente, al turismo». En CLIQIB participan fabricantes, distribuidores, laboratorios, empresas consultoras en salud pública y entidades públicas colaboradoras, como la UIB, la Fundació Bit o Emaya, todos ellos vinculados con la higiene y los productos químicos.
A causa de la crisis, las empresas del clúster de química se pusieron a disposición de las autoridades sanitarias. «Ahora estamos inmersos en una actividad que afecta directamente a la lucha contra la COVID-19. Nos hemos centrado en diversas iniciativas, como la fabricación de soluciones hidroalcohólicas y lejías», concluye Matas.